Publicado en Diario de Noticias de Álava el 19 de noviembre de 2013
Un sinsentido es, según la Real Academia, una cosa absurda y que no tiene explicación. Ninguna explicación, añado yo, porque si la tuviese aunque fuese oculta o en parte sería un misterio u otra cosa, pero no un sinsentido. A nada que tuviese algo de sentido sería un consentido, y eso, dicho de un marido, y siempre según la RAE, es que el dicho marido sufre la infidelidad de su mujer. Digo esto para que se vea lo que cambian las cosas de ser SIN a ser CON aunque el CON sea un poquito.
Porque las palabras son en nuestro mundo cada vez más precisas y más resbalosas y es muy fácil patinarse con ellas. Por eso tenemos a tanta gente cuidando de ellas. Por eso, y por poner un ejemplo, no es lo mismo Bio que Bi., y por eso la celosa autoridad de las palabras hizo a algunas marcas cambiar su etiquetado.
Y sin embargo mira tú que sinsentido es que, cuando vas a pedir algo SIN siempre es sin, salvo si hablas de alcohol, porque entonces SIN es con un poco. SIN gluten es sin gluten, no con un poco de gluten. SIN conservantes es sin conservantes, no con un poco de conservantes, hasta SIN IVA es sin IVA, no con un poco de IVA por si acaso. Pero el caso es que uno va al bar, pide una cerveza SIN alcohol, y cuando lee la etiqueta resulta que no es SIN, sino con un poco. Menos de uno, vale, pero más de cero. Y entonces recuerdas a tu médico cuando te dijo que de alcohol nada, cero patatero. Y te sientes con ganas de preguntarle al galeno a ver si 0,5 o 0,6 o incluso 0,9 es más que cero. Pero no hace porque la respuesta la sabe cualquiera. Eso no es cero, es un poco, luego eso no es SIN. ¡Y ala! a explicárselo a un camarero tras otro. Con lo fácil que sería que la autoridad legislativa, ejecutiva o judicial, que tanto cuida las palabras, obligase a etiquetar como SIN lo que es sin, y a ver si así(n) nos dejamos de una vez de sinsentidos.
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