Publicado en Diario de Noticias de Álava el 15 de abril de 2014
Siempre he pensado que lo de Treviño es cuestión de tiempo. La razón tiene un lado sobre el que caer y así ya lo asumen las tres fuerzas fundamentales del orden planetario: iglesia, telefónica y guardia civil con comandancia en Vitoria. Por eso mantengo cierta esperanza en que también la III República sea sólo cuestión de tiempo. En La Puebla de Arganzón ni se molestaron en destruir la placa que orgullosa llama a su plaza más principal plaza 14 de abril.
En Vitoria sin embargo, los herederos de los “VTV antecesor” muchos de los cuales colaboraron en la limpieza física y mental del territorio, siguen tratando de convencernos de que eso de las veleidades republicanas no va con nosotros. Curioso decirlo en una ciudad y un territorio cuyo alcalde y cuyo diputado general fueron fusilados por republicanos y donde hasta el obispo fue “invitado” a irse a rezar a Roma. La telefónica entonces no sé lo que diría, pero como con Treviño, la trinidad planetaria era republicana hasta en Vitoria.
Eso sí, con lo que gusta hablar de inventar la historia y tergiversar la memoria, es curioso lo que algunos grandes vitorianos hacen con la de Vitoria. Entre los dos Teodoros fusilados por ser republicanos, Olarte el diputado general y González de Zárate el alcalde, suman la friolera de 250 metros en calles, 120 entre la Iliada y la capital de Euskadi, y 130 entre el Mediterráneo y Portal de Castilla. Eso sí. En ese mismo ejercicio de memoria, en el cajón de las resoluciones aprobadas por el pleno del municipio de los nombres, duerme una con el compromiso de denominar “de la República” a un espacio público relevante. De momento se nos van colando dos, la green capital y los celedones, y se ve que, hasta que se pronuncien la telefónica, la iglesia y la guardia civil, se nos seguirán colando más. Pero siempre nos quedará la Puebla y su plaza 14 de abril.
[…] de la calle de este presidente de diputación Republicano y de la del alcalde también (Ver “Siempre nos quedará La Puebla“). Ambos fusilados por el grave delito de ser democraticamente electos y desafectos al […]