Publicado en Diario de Noticias de Álava el 6 de mayo de 2014
Hora de la siesta. El músculo duerme, la ciudad descansa. El perro no ladra y yo me despido entre sueños del jefe, Rick, Corey y Chan. No consigo leer los subtítulos porque uno por encima me indica que se acabó lo que se daba. El caso es que hablando de pantallas de pronto se enciende la de mi nuevo y flamante teleportero. Y allí aparece ella. Y yo me digo, ¡que realismo! Y sigo soñando mientras la veo en carne y hueso junto a la puerta del piso. Y me dice si yo soy yo y le digo que si y me dice que es de la junta electoral y que me trae el nombramiento. Y yo recuerdo los tiempos aquellos del funcionario de la vespa y el sobre y extiendo la mano y firmo mientras le pregunto que de qué es el nombramiento. Y a la vez que me da un manual de instrucciones más pequeño que el de la TDT me dice con toda la naturalidad del mundo: “De presidente”.
Cierro la puerta, vuelvo hacia el sofá y me digo a mi mismo: ¡¡¡Presidente!!! Ya era hora. Ala Mariano, haz las maletas que voy. Y los de la tele que se vayan preparando. Lo primero es un canal de información política como dios manda, el canal Metáfora le llamaremos. Y ahí tendremos Casa de empeños, Misterios sin resolver, Pareja a la puja, Cuerpos embarazosos, El jefe, Supervivientes y hasta Aventuras en pelotas. Lo segundo será poner en orden la parrilla local, que tenemos entre alaveses y vitorianos media TDT ocupada con canales que no son ni en blanco y negro, que son simplemente en negro. Y lo tercero y más importante voy a hacer como Chaves, para que el que quiera saber lo que pasa no tenga que fiarse de terceros, que ya se lo cuento yo mismo en mi Aló Presidente.
Y en esas estaba cuando llegó mi hija, vio los papeles y me dijo ¿aita que es ser presidente de mesa? Para cuando me desperté había desaparecido media TDT de mi pantalla, y mi Moncloa se había convertido en mi Hegoalde.
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