¿Os acordáis cuando a los blogs se les llamaban cuadernos de bitácora o simplemente bitácoras? Era cuando estos espacios servían como un a modo de diario público por lo de publicado. Eran como escribir una autobiografía por entregas. Luego cada uno se va especializando, a veces no es diario, a veces no es casi ni público aunque esté publicado. Yo hoy quiero recuperar eses caracter de registro de experiencias.
El fin de semana pasado estuve en el Azkena Rock Festival. Era mi primer año en este evento. Hasta ahora era demasiado joven decía con sorna. Bromas aparte lo cierto es que el caracter demasiado metalero me solía echar para atrás. Este año el cartel, especialmente el del viernes, y la presión de los amigotes me convenció.
De la organización hay cosas que me chocan. No es barato. No tanto como para que la organización no tenga algun detallico más. Lo de que los de las entradas de día no puedan salir no se acaba de entender. Que no haya papel en los servicios, o que estos sean escasos tres cuartos de lo mismo, y lo de los bares y servicios resulta lamentable. Es la quintaesencia del concepto de monopolio. Mal servicio y mucho precio, y como no hay más, lo tomas o lo dejas. Lo tomas si tienes fortuna y paciencia, eso si.
En cuanto a la parte musicla, yo el viernes lo pasé muy bien. Me gustó Sven Hammond, aunque llegué ya a concierto empezado. No puedo decir lo mismo de los Dubrovniks, que me aburrieron. JD mcPherson tenían todos los ingredientes para gustar pero cuando salió la cazuela estaba fría. PAra cuando entraron en ebullición se acabó lo que se daba. El mejor tema el último. Me gustaron mucho los White Buffalo. Buena voz y un concierto muy bien trabajdo con su tempo y su ritmo bien estructurado. De los televisión ni hablamos. Parecía que aún estábamos entre concierto y concierto, vamos, que sonaban a música de fondo de esa que se pone para no distraer ni eclipsar entre grupo y grupo. A black mountain los sacrificamos unos cuantos para coger buen sitio ante los ZZ-Top, y la opción fue buena. Los que llegaron más tarde sufireron un pésimo sonido, según dicen, que lkes arruinó el concierto. Dede el centre y desde cerca yo me quedé encantado. Make it Easy, las tablas, los años y el dominio de instrumentos simples, de música simple, movimientos suaves, aterciopelados y todo junto trasmitiendo una energía simple, pero eficazmente constante. Lo pasé muy bien. Luego opté por Nico Duportal, al día siguiente tenía, además de la segunda de Azkena una comida en la Rioja. Había que reservarse.
El segundo día destaca sobre todo por los Crackens. Luego pasamos al escenario pequeño, luego tratamos de huir de los mastodons, luego… en fin, que del segundo día me quedo más con la crónica social, con el encuentro con viejos amigos y el conocimiento de nuevos, con la convivencia y con la impresión de que igual el escenario que mejor media ha tenido para mis gustos ha sido el pequeño. Cosas de uno. Nos habían hablado bien de Ocean Colour Scene, pero su propuesta era un poco absurda y bastante confusa, intdeterminada. De hecho los tres últimos grupos parecina una apuesta del programador para no tener que desalojar el espacio. Entre el agotamiento y el cansancio fuimos buenos y obedcimos los deseo.
En resumen, una experiencia repetible.
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