39 Festival de Jazz de Vitoria – Gasteiz. Día 1º, 14 de julio de 2015. Polideportivo de Mendizorroza.
Tina Brown & The Gospel Messengers Tina Brown, voz y dirección; Nancy Millsap, voz; Kristal Gaston, voz; Marilyn Hearns, voz; Frank Menzies, voz y piano; Fred Dubose, Voz y batería (no la montó o sea que sólo voz)
Lleno.
Hace años, unos 30, estuve en el mítico Rockola viendo a los Exploited. Su repertorio era espartano y posiblemente sus recursos también. Entre tema y tema el lider se dirigía al público en inglés. De cada tres palabras que decía se entendían dos. Una era “fuck” (o derivados) y la otra “bastard”. No había mucha variación. Ayer estuve en el mítico Mendizorroza viendo a Tina Brown. Sus recursos vocales eran poderosos, los de su compañía también, pero lo espartano de su repertorio los hacía innecesarios. Entre canción y canción se dirigía al público en ínglés. De cada tres frases se entendían dos, Clap your hands y Hallelujah. Hacía calor. Las ventanas cerradas no ayudaban y las escotillas del techo no daban a basto para tanta humanidad arrobada y anhelante de agitar sus palmas y sus cuerpos a mayor gloria del señor. Hallelujah. Pero Tina se contenía. Sus incursiones a la danza y la palma no pasaban de ser a modo de cortinillas que animaban a la gente para volverla a sentar. La calma se imponía. Un buen blues, lento blues, interpretado por Nancy Millsap salvó la primera parte, pero no era el gospel que muchos esperaban. Se fueron al descanso, como si se hubieran cansado ellos o hubieran cansado al respetable, que tenía las plamas blancas de no usarlas cuando hubiese deseado tenerlas rojas de tanto batirlas. Pero el descanso no dio resultado. Siguió el mismo duelo. Los anhelantes cantantes, danzantes y palmeantes tuvieron que esperar pacientes a que llegara el Oh Happy day, pero el concierto ya había terminado. En la calle hacía calor. En el mítico Mendizorroza también. En el aire quedaron las notas de Eric Reed para demostrar que el piano en efecto sonaba, aunque la todopoderosa voz de Tina Brown apenas dejase oirlo. El 39 festival había comenzado y allí estábamos todos los que fuimos. A mi esta entrada se me hizo larga, con tres o cuatro temas me hubiese bastado. Comprendo y participo de lo bueno que es un día para celebrarlo en familia y reencontrarse la gran familia Jazzera que anualmente nos juntamos. Pero pienso que el gospel, este gospel no da para tanto, que mejor sería combinarlo con un poco de grass, new orleans o cualquier propuesta de estas familiar, divertida y no voy a negar que conveniente y hasta un punto necesaria.
Pero eso fue ayer, hoy toca Jose James y el trío de Hiromi. Hará calor. Mañana lo cuento.
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