Las ocho de la mañana. Suena la alarma despertador del movil. Llevo ya un rato despierto. El móvil está junto a mi, en la silla de la terraza cuya tela rasgada por los años y las inclemencias ya no aguanta el peso de una persona. No importa. La otra aguanta y no hay más gente en la terraza, sólo el móvil y yo y una taza de café. El cielo brumoso e indeciso se va desperezando ante mi. Está cansado. Ayer tuvo un anochecer intenso. Explotó en luces y colores y hasta nos regaló un espectacular doble arco iris. Hubo tormenta. Hoy la mañana puede que sea húmeda, puede que plomiza. Puede que llueva o hasta incluso puede que haga sol y caliente. Como decía. Hoy el día más que inestable está indeciso. Algo hará. Los días a veces improvisan por mucho que los meteorólogos traten de convencernos de lo contrario. Como la vida.
Y es que la vida, la mía al menos, tiene algo más que un poco de Jazz. En mi caso un poco de ese Jazz antiguo, del que conectaba con la mala vida. La vida que es mala para los que definen, pontifican y castigan lo que que es para ellos y sus intereses bueno y malo. La vida es improvisación, como el Jazz genuino. La partitura es tan solo una excusa para dialogar con los demás y con uno mismo. La melodía es apenas un apunte, un leit motiv recurrente al que volvemos, pero en medio la vida nos hace improvisar. Al principio de la vida, como en los temas de Jazz, hacemos planes, presentamos las notas que deben construir el tema, hasta fijamos el tempo, y el soporte. Pero luego la música se desarrolla, se aleja de la melodía y vuelve a ella. Se acelera, se llena de contenido para luego remansarse y abrirse a los silencios expresivos. La vida es una sucesión encadenada de solos que se unen en armonías y coros y que terminan por terminar en algún momento. Siempre con una sonrisa, siempre con un poso de amargura, todo depende del momento. La vida es Jazz. Para unos del vital, para otros del académico. Para mí más cercano a la sensibilidad expresiva y repentista que a la exactitud pautada del solfeo. Pero de una u otra forma vida y jazz en todo caso.
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