Publicado en Diario de Noticias de Álava el domingo 29 de octubre de 2017
Este es mi último pergamino de octubre. El próximo será, por tanto, en noviembre. Hasta ahí todo obvio y evidente, la pregunta entonces es ¿y esto a qué viene? Pues a que según parece va a crecer el pelo bajo la nariz de más de uno. Movember se llama el asunto. Con Mo de mostacho y vember no november. ¿Y en que consiste? Pues en que se afeita uno el uno y se deja bigote hasta el treinta, y además del bigote se aprieta la cartera y hace un donativo para una fundación internacional que se llama Movember. Fácil de buscar en el Google para informarse más a fondo. Pero por dar una pincelada la cosa es que algo que empezó como un gesto de apoyo a un amigo se ha convertido en una manera de recaudar fondos para investigar esas enfermedades que nos afectan a los unos. No soy yo muy partidario de esas cosas. Siempre he pensado que la mejor manera de ser solidario es pagar los impuestos laicamente y que sea el fondo común que ponemos entre todos el que se encargue de estas cosas. Pero también he pensado siempre que por los amigos lo que sea, y si hay que dar la cara porque para alguien cercano el asunto es importante pues se da y se deja que te salgan unos pelos debajo de la nariz, que tampoco es para tanto. Así que ahora lo que toca es dejar pasar un par de días para rasurarse y ver luego como va creciendo lo que un viejo amigo llamaba el desfile de hormigas. A fin de mes veremos el cambio y en diciembre volveremos a lo de siempre. Puede que no sea importante para nadie y menos aún con la que está cayendo, pero si hay algo que tengo claro es que lo que nos hace grandes es convertir en importantes las cosas estas en las que compartimos y nos divertimos dejando de lado narcisismos por una buena causa. Así que si veis a alguien con bigote el mes que viene la pregunta que os tenéis que hacer no es por qué él sí, sino por qué yo no.
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