Título: El año del mono
Autor: Smith, Patti
Origen: EE.UU, siglo XXI
Edición: Ed Lumen, Barcelona, 2020
ISBN: 978-84-264-0774-0
Adquisición: Me lo dejaron prestado (y prometo devolverlo)
Terminado de leer en Febrero de 2021
Leí en su día un relato autobiográfico de Patti Smith, en el que abordaba su infancia y su relación con Robert Mapplethorpe. (Éramos unos niños) El estilo y el contenido me encantó, así que, cuando me llegó la noticia de una nueva entrega, en este caso bajo el título de El Año del Mono, empecé a buscar la manera de dar con él. Al final lo conseguí haciendo un intercambio y me puse manos a la obra con el noble oficio de leer.
Es distinto. A mi personalmente me gustó más el ya citado, pero este también tiene su encanto. Es una mezcla de realidades y sueños, de excursiones mentales por el cielo de la fantasía y la magia y de paseos físicos por la tierra de las edades que avanzan.
Patti Smith ya no es una chiquilla, y como corresponde al mundo en que ha vivido es cada día más una superviviente. Se nota en el texto. Es una mujer comprometida, que no oculta su frustración y la de otros muchos por el periodo Trump. Una mujer sensible y amiga de sus amigos, de los que aún vivien y de los que desaparecieron y siguen desapareciendo.
El libro en pricipio se centra en su recorrido vital durante el año del mono, en concreto sobre el que ocupó el 2016, pero incluye varios adendos que nos acercan hasta el inicio de la pandemia.
El relato, con cierta linealidad cronológica, alterna episodios soñados con despertares más o menos confusos, y, como decía al principio, resulta en una especie de universo desdoblado en el que al final uno no tiene muy claro qué es lo cierto y qué lo soñado, aunque quizás sea ahí donde está el misterio, en determinar a ciencia cierta qué es lo verdadero y hasta inlcuso, yendo más allá, que es lo que realmente importa, sea o no tangible y “real”, y eso tanto en su vida y en las nuestras.
En resumen, un libro de memorias que a veces no lo es tanto, bien escrito y de los que se puede leer a gusto, con sus alegrías y sus penas, duro y tierno, como la vida misma. Esperando ya el tercero.
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